Jóvenes ocupas
ilegales
locos
impunes
jugados
arriba del tren
llamado vida
Supimos
refugiarnos del calor
siendo sorprendidos
por la mano
del que os da
de comer
sus fideos
el séptimo
pecado capital
ante el segundo
Nada de infantilidades
dijeron
que debíamos crecer
pero allí
fuimos felices
es el tiempo eterno
que uno quiere regresar
el verbo en el principio
nada de esto tendría sentido
sino fuéramos capaces de
reconocer
que toda causa
tiene una consecuencia
ese es el valor
que accedimos pagar
para ver
La
octava maravilla del mundo a 3 km de
bermeja donde
estuvimos
riendo
iluminando las sombras
a orillas del mar
mientras el fuego eterno
de nuestra amistad
ardía
para hacernos recordar
que la eternidad
también
existe
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