jueves, 25 de junio de 2015

Existencial

Invado este laberinto de palabras
que me habita
cuando escribo
dentro de un gerundio particular
lleno de conjunciones retóricas
en el azar infinito.

Nada existe en el paraíso desierto
donde mi lengua
devora la hipérbole silábica
que me atraviesa en sonrisas
cada noche.

Abismales las sustancias planetarias
que me envuelven
mientras escribo latiendo,
como errante silabaría,
en mi idioma poético.

La otredad se retracta en mis espejos,
cristales blancos
entre tanta polvadera lunar
y de a poco me voy volviendo ocre
en mis miradas
difusas.

Resuelvo llamarme con mi propia voz,
me nombro en el lenguaje
donde soy palabra viva
que viaja por continentes inciertos
de tanto mirar.